¿Es honesta la concesión del premio Planeta 2025 a Juan del Val?
La decisión del jurado del premio Planeta de este año ha sido polémica, aunque no sorprendente. Yo, que no soy más listo que la media de los ciudadanos, ya suponía que el galardón iba a ir a parar a algún personaje conocido del propio universo de este gran conglomerado de empresas que engloba a la editorial Planeta, Atresmedia y otras empresas del sector audiovisual. Que otro personaje conocido por todos, también de Atresmedia, Sonsoles Ónega, lo hubiera ganado dos años antes, me hacía suponer que la decisión estaba tomada desde antes incluso de recibir las 1.320 candidatas al premio.
Que una persona que trabaja en el entramado empresarial sea galardonada con el premio no debería suponer un problema, siempre y cuando su obra tuviera el nivel de merecer ese gran honor. Esa premisa no se cumple en el caso de Juan del Val. Su novela es de una calidad paupérrima, simple hasta la náusea, plana y predecible, con personajes de cartón piedra, que no evolucionan ni tienen una profundidad suficiente como para ser parte de una buena novela.
Que otras 1.319 novelas, entre las que habría seguramente obras maestras de autores desconocidos, se queden en la cuneta de este, hasta hace poco, prestigioso premios literario, es lo más lamentable de todo.
Entiendo que Planeta es una empresa, que debe dar beneficios y buenos resultados a sus propietarios, pero es, ante todo, una editorial puntera en el mundo, que debería preservar de forma celosa su prestigio como marca editorial y como fuente de la cultura moderna.
Está claro que dar el premio a una persona tan conocida, que sale todos los días en la televisión, les va a ahorrar la mayor parte del esfuerzo en la promoción y el marketing de la obra. Con un autor desconocido tendrían que hacer un gran esfuerzo para darle a conocer, lo que supondría una inversión y un gasto mucho mayor; cosa que, en el caso de Juan del Val, no es necesaria, porque viene con el marketing hecho de casa.
Es muy triste ver que el mercantilismo y las conveniencias de empresa han vencido a la bucólica esperanza de defender la cultura, el saber y la calidad de nuestra literatura.
La gente no es tonta en general, (bueno hay muchos que valoran la obra por el autor y no por su calidad intrínseca de la misma), y se ha dado cuenta de que esta novela no solo no merece el premio con el que ha sido galardonada, sino que no merece siquiera el ser publicada por una editorial de tanto prestigio.
Yo, como autor desconocido, sin padrinos, sin nadie que me impulse a la estratosfera editorial, desde un rinconcito humilde de mi web, quiero mostrar cual es mi opinión y mi más profunda desesperanza al ver como funcionan las cosas en este mundo de la literatura moderna.
He dudado mucho si escribir esta opinión en mi blog, porque me puede ser contraproducente y quizás cerrarme alguna puerta, pero creo que la honestidad, la libertad de expresión y la calidad de la literatura deben estar por encima de mis miedos a ser vetado.
No me creo mejor que el resto, pero os aseguro que mis novelas están muy por encima del nivel del premio Planeta 2025, os invito a leerlas y a que me deis vuestra sincera opinión.